~ Never give up, for that is the place and time that the tide will turn. ~
Harriet Beecher Stowe


lunes, 15 de marzo de 2010

Mi habla (parte II) y el cansancio



Estoy cansada, cansada de las palabras porque son cliché...son todas tan cliché, y ya todas las siento vacías. He escuchado tantas palabras que ya no me llenan, ya no tienen eco en mí, ya no llegan a mí. A lo mejor tendría que escuchar otras palabras, dichas de otra forma. Las palabras que pronuncio siguen quedándose cortas porque no encajan con lo que quiero expresar. ¡Qué alguien me enseñe a hablar, por favor! 


Hace tiempo, años años atrás, me decían que escribía bien, que tenía un razonamiento estupendo a lo largo de mi escrito. Que era un placer leerme, algo así como caminar por un camino bien definido de palabras. 
Ahora siento que me estoy cargando la mitad de las cosas que quiero decir, y la mitad restante se queda tan corta que lo que resulta de esto en realidad es un cuarto de lo que quiero expresar. Un cuarto, 1/4. Un desastre. 


Tal vez lo mío ya no son las palabras, tal vez nunca lo fueron, siempre se me ha dicho que no mido las palabras; claro, si apenas empezaba a aprender y a entender un idioma tenía que aprender otro, y nunca aprendí ni entendí realmente bien ni el uno ni los que fueran, sobre todo en lo que concierne los matices. Así que probablemente quien no conozca lo torpe que sigo siendo con las palabras pueda llegarme a odiar sin yo enterarme por qué y sin yo quererlo; y vamos, que esto sigue pasando incluso con la gente que me conoce...así que qué maravilla.  
Lo que tengo que hacer es dibujar, expresar con formas y colores. Hablar un lenguaje distinto, con la música. He llegado a pensar que todo en mi vida se ha vuelto tan complicado actualmente, que el simple lenguaje en el que una vez sabía expresarme, no llega a pintar los sentimientos complicados que ahora siento. Ya estamos en otro nivel, un nivel que necesita otra forma de expresión. El que tengo ya no es suficiente y por ende necesito otros canales de desahogo. 


De todas formas, empiezo haciendo eso, a aprender a dibujar y a hacer música, y luego...lo dejo porque no me da los resultados esperados en los tiempos deseados. Yo soy de esos alumnos malos, los que quieren hacer las cosas bien hechas, son un tanto perfeccionistas y quieren saber las cosas para ayer pero no tienen la paciencia de aprender lentamente si no tienen al profe adecuado al lado. Eso es crucial para mí. Esto es porque al principio tengo buena voluntad e iniciativa pero es en el momento en que tres o cuatros cosas empiezan a irme mal que me desmoralizo bastante y si no tengo al profe adecuado que me vuelve a hacer creer en mí, todo se va a la porra. Es como si necesitara tener un grupo de animadores que me suban los ánimos porque siempre he crecido en ambientes adversos. Éstos, anteriormente me estimulaban para yo poder incluso salir mejor que mis expectativas pero ahora se ve que han encontrado otro modus operandi y logran su objetivo. Por tanto, tengo serias dudas de que lo que no mata fuerza te da (otro cliché, por cierto) porque todo lo que me afecta me quita fuerzas y mata algo de mi... lentamente como la erosión, mata. Ojalá fuese yo realmente invencible e intocable, bueno... siempre se puede intentar serlo, en el peor de lo casos, moriría en el intento.  


Ay, si tan sólo existieran los superheroes...porque es que yo estoy cansada. De verdad. Me salgo de un problema para meterme en otro peor. Ruego por un poco de tregua pero afuera lo que hay es un presente de guerra. 


¿Pero por qué a uno diez personas le pueden joder la vida, pero ninguna es capaz de solucionarle los problemas, curarle las heridas? Puede que alguien ayude, dando apoyo, pero nadie te saca físicamente de los aprietos, nadie. Estás en la mierda, apestas y estás solo. Que lo quieras o no. Esto no me gusta nada. ¡Reclamo!


¿Por qué, cuando me he llevado queriendo comer una pizza locamente desde hace semanas, me toca comerme una tres noches seguidas (por circunstancias inevitables)? Ahora ya la aborrezco, sin dejar que me han salido espinillas en la cara, y me siento asquerosamente inflada y lo normal que pasa cuando comes desequilibradamente. De estas cosas me pasan a millones, esta es sólo una banalidad lo sé, pero...¡Reclamo!


Odio las hormonas que tomo por razones de salud, me solucionan un problema y me causan diez más...sin olvidar que me dejan demasiado sensible, frágil, vulnerable y de lágrimas fáciles por cualquier cosa. Es insoportable estar así y lo peor es darse cuenta de ello. Intento de alguna forma contrarrestar con mi cabeza estos efectos secundarios pero no he tenido buenos resultados hasta ahora. De igual forma...¡Diablos...Reclamo! 


¿Y por qué nunca llega el día que tanto esperas?...Pero que cuando llegue, llegue bien, y todo se dé tal y como lo habías imaginado o mejor. 


Sí, esto no tiene ni pies ni cabeza pero no me importa porque sí tiene brazos y piernas. 
Es que estoy...tengo el alma cansada, quiero respirar, encontrar una válvula de escape, eso es todo. 






- Swan © -



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